Los valles que no te puedes perder

Los Valles del río Mesa y del río Piedra se emplazan al suroeste de la provincia de Zaragoza, en la Comarca Comunidad de Calatayud, unidos por el Embalse de la Tranquera.

Te presentamos unos valles que te permiten desconectar de la rutina diaria, un conjunto de pueblos, tradiciones, gastronomía e historia, inmersos en un enclave de aguas termales, hoces y paisajes donde la naturaleza adquiere gran importancia.
Te invitamos a pasear por nuestras calles y nuestros senderos, pero también a descansar en nuestros alojamientos rurales con encanto o en los hoteles balneario de tradición centenaria.
Te animamos a conocer nuestras tradiciones y patrimonio cultural, nuestras fiestas y a mezclarte con nuestras gentes para descubrir un lugar único en el mundo.

Nuestra larga Historia

La historia de nuestros valles se remonta a épocas prehistóricas, existiendo unos primeros pobladores en los cortados del Mesa hace unos 7000 años de antigüedad, que dejaron como legado las pinturas rupestres ubicadas en Roca Benedí, pero también en el eneolítico (III milenio a.C.) y el bronce final (II milenio a.C.), dejando restos arqueológicos en el término municipal de Calmarza.

Los Celtíberos pudieron dedicarse a la caza y al pastoreo, primero de forma trashumante y después se asentaron en distintas partes del valle del Mesa, en las cuevas del cerro de las Torres, en Ibdes, en el poblado de la Dehesa de la Virgen de Jaraba, o en los Villarejos de Calmarza, donde se conservando restos de un poblado y algunas tumbas trapezoidales excavadas en roca.

El origen de las poblaciones actuales de los valles se encuentra en la época de César Augusto, cuando se crea una calzada que comunicaba Bílbilis con Toledo atravesando el cañón del río Mesa y estableciéndose guarniciones en Jaraba, en Ibdes y en Calmarza. Vestigios desaparecidos de esta época serían el Puente del Diablo sobre el río Mesa, el Castillo de Xaral, situado en el cerro de donde hoy se encuentra Jaraba, o, en Ibdes, una fortaleza a modo de destacamento (ubicada en el lugar que hoy ocupa la iglesia), cuyo uso principal debió de ser como silo o granero para el abastecimiento de las tropas de paso.

Bajo dominación musulmana y con carácter defensivo se construyen en nuestro entorno varias fortalezas árabes, como es el castillo de los moros entre Jaraba e Ibdes, antigua torre vigía similar a la existente en el desaparecido Somed. Además, se convirtió en mezquita árabe la fortaleza de Ibdes.

Tras la Reconquista, la mezquita de Ibdes se convierte en castillo, se construye la primera ermita de la Virgen de Jaraba y se constituye la Comunidad de aldeas de Calatayud, formada por sesenta y siete pueblos enclavados en los contornos de Calatayud entre los que se encuentran Jaraba e Ibdes. Durante siglos, hasta la creación de las actuales provincias de Zaragoza y Teruel en 1833, la Comunidad de aldeas de Calatayud mantuvo su independencia jurídica y administrativa, frente a Calatayud y frente a otras aldeas sujetas a señorío nobiliar o eclesiástico.

Nuestras tradiciones

Hoguera de San Antón

Fiesta de invierno celebrada el17 de eneroen honor a San Antón. Se hace una hoguera en la Plaza Mayor junto al peirón levantado en honor al mismo santo y se realiza una merienda popular.

Fiestas de Santa Agueda

El4 de febrero, víspera del día de Santa Águeda, es costumbre que las mujeres enciendan una hoguera al atardecer, junto al peirón de Santa Águeda con la leña que ellas recogen, llamando a las viviendas de la localidad.
El5 de febreroa media mañana se celebra una misa y procesión hacia la ermita. Se celebran comidas y meriendas populares de mujeres, se disfrazan y por la noche rondan a los hombres.

Fiestas mayores en honor de la Virgen de Jaraba

El15 de agostose celebra en la villa el día de la Patrona, la Virgen de Jaraba. Festejos que se prolongan durante tres días, el 14 Vísperas, el 15 la Patrona y el 16 San Roque.
El día 15 tiene lugar una romería a la Ermita de la Virgen de Jaraba donde se cantan los “gozos”. Se prepara un pequeño aperitivo para los asistentes.

Fiesta de San Vicente y San Roque

Elúltimo domingo de septiembretiene lugar la fiesta en honor a San Vicente, patrón de la villa. Se celebra una misa y una procesión llevando a hombros al santo.
El lunes se celebra San Roque, con ritual religioso semejante al anterior.

Romerías al Santuario de la Virgen

Durante elmes de mayose celebran las romerías de cinco pueblos, que todavía acuden al Santuario de Nuestra Señora de Jaraba.
Entre ellas destacar la romería de Milmarcos, pueblo de la provincia de Guadalajara, cuyos vecinos acuden hasta el Santuario a principios de junio, para allí celebrar una misa junto con los vecinos de Jaraba, para después tomar un pequeño aperitivo todos juntos.
Antiguamente muchos de los romeros se quedaban a comer en la zona recreativa y en las choperas junto al río, en los últimos años se realiza una comida popular en las intalaciones municipales de Jaraba, para todas aquellas personas de los dos municipios.

Corpus Chirsti

Es tradición de muchos pueblos que los niños y niñas que han comulgado durante el año anterior salgan en la procesión con pétalos de rosas que echan sobre los bebes colocados en altares por las calles del pueblo.

Abanderado

En Jaraba, además, se realiza el “abanderado” de los bebes menores de un año. Esta tradición consiste en ondear, girar y enarbolar un estandarte rojo sobre los niños, como símbolo de protección a los nuevos habitantes.

Semana Santa


Durante la Semana Santa, tienen lugar diferentes actos religiosos que bien se desarrollen en el interior, es decir dentro del marco de la iglesia, como en el exterior durante las procesiones, son el fiel exponente de la cultura religiosa de nuestros pueblos y constituyen un gran patrimonio cultural y tradicional.
Los vecinos, tanto grandes como pequeños, participan de los actos, vistiéndose para la ocasión y representando a judíos, centuriones, sacerdotes, angélicos, lloronas … o como  portadores de los santos pasos.
Cada uno de los pueblos mantiene sus tradiciones y costumbres, que lo hacen diferente del de al lado.
En Jaraba, el Domingo de Ramos, tras la bendición de palmas y ramos de olivo,  se celebra una subasta pública para adjudicar entre los interesados quienes serán los portadores de los elementos que componen la procesión, como cruces, imágenes, cirios, etc.
Durante la semana, en todos los pueblos se realizan diferentes procesiones, Encuentros, Via crucis, Santo Entierro...
El Viernes Santo en Ibdes y Jaraba, entre los actos y procesiones que representan la pasión,se realiza  el acto más imponente y lleno de teatralidad, el «Abajamiento», un auto sacramental que representa el Descendimiento de la cruz de Jesucristo tras su muerte.
El acto se inicia cuando dos personas, que pueden ir ataviadas a modo de José de Arimatea y Nicodemo, suben con escaleras hasta la cruz y, de manera solemne, le van retirando los clavos, la corona de espinas y la cartela con el INRI a mismo tiempo que el sacerdote va realizando diferentes predicaciones y los fieles entonan cantos tradicionales. Todo bajo la atenta mirada de la guardia romana
Allí se desclava al Cristo crucificado, imagen articulada de tamaño natural y se le baja de la cruz. Tras el Descendimiento de la Cruz, posteriormente tiene lugar la Procesión del Entierro recorriendo las calles del pueblo y finalizando en la plaza mayor donde se representa el mismo.
Desde aquí queremos animar a sus participantes a continuar y proseguir en el empeño por cuidar y mantener la tradición y también animar a los visitantes a contemplar esos magníficos pasos y actos religiosos.

Nuestras Leyendas

Leyenda de los caballeros de Jaraba

Sucedió una noche sobre los altos riscos, a la entrada del barranco de la Hoz Seca. Unos pastores guardaban sus rebaños, cuando advirtieron unos extraños resplandores. Se acercaron con cautela al lugar y para su sorpresa hallaron a la virgen posada en un risco.
Tras la aparición los vecinos buscaron un lugar donde venerarla, grabándose una cruz en el roquedo donde apareció y construyéndose el antiguo templo en la pared de enfrente aprovechando una cornisa, situada a unos cuarenta metros de la base del barranco.

Leyenda del bandido Cisneros

Si nos adentramos por el Barranco de la Hoz Seca hallaremos diversas cuevas que hace unos quince siglos eran habitadas por anacoretas. En el siglo XIX, una de ellas, magníficamente disimulada su entrada por un grueso árbol, fue ocupada por un tal
Cisneros, un bandolero al estilo de Curro Jiménez. Recorría Cisneros todos los contornos, desvalijaba las casas de los ricos y repartía el botín entre los pobres. Luego se refugiaba de nuevo en su cueva. Sus hazañas fueron innumerables y hasta tal punto hizo mella su actuación, que aún hoy por la comarca corre el dicho “Eres más ladrón que Cisneros”.

Leyenda del Salto del Caballo

Cuenta la leyenda que un devoto caballero caminaba, montado en su cabalgadura, hacia el Santuario de la Virgen de Jaraba por el camino que sale de Calmarza pasando por lo más alto de las peñas. Hay un sitio donde el risco tiene una grieta que no se divisa hasta llegar al borde del precipicio: mirando desde arriba se descubre tal profundidad que da vértigo. Iba el descuidado peregrino tan tranquilo cuando de repente notó que le faltaba el suelo y se precipitaba al abismo. Invocó en este preciso momento a la Santísima Virgen de Jaraba y al encontrarse en el fondo del valle pudo comprobar que tanto él como su caballo no habían sufrido daño alguno. Fue gozoso dar gracias a su Madre María Santísima por haberle librado de una muerte segura. Desde entonces se llama aquel paraje El Salto del Caballo.

Leyenda de la cueva de la gota

En el interior la casa de Los Capellanes, contigua al Santuario de la Virgen de Jaraba, se encuentra la Gruta de la Gota, de cuyo techo cuenta la leyenda, se desprendían antaño gotas de aceite que utilizaban los santeros para alimentar la lámpara día y noche encendida delante de la Virgen. Un día los santeros decidieron usar ese aceite, de gran calidad para su cocina, y uno peor para la Virgen. Y sigue contando la leyenda que la gruta dejó de gotear aceite y empezó a destilar agua, que algunas personas aún hoy consideran prodigiosa.

Leyenda sobre la aparición de la Virgen de Jaraba

Sucedió una noche sobre los altos riscos, a la entrada del barranco de la Hoz Seca. Unos pastores guardaban sus rebaños, cuando advirtieron unos extraños resplandores. Se acercaron con cautela al lugar y para su sorpresa hallaron a la virgen posada en un risco.
Tras la aparición los vecinos buscaron un lugar donde venerarla, grabándose una cruz en el roquedo donde apareció y construyéndose el antiguo templo en la pared de enfrente aprovechando una cornisa, situada a unos cuarenta metros de la base del barranco.

Leyenda del Pelao de Ibdes

Este valiente personaje nació en una cueva, donde un enorme oso, que mató a su padre, mantenía encantada a su madre. Si sería dispuesto que nada más nacer, le preguntó a su madre qué hacían allí y al enterarse de su cautiverio, la liberó dando muerte al animal con una tranca que sería su compañera en adelante.
Dejó a su madre en Ibdes, donde recibió su apodo, por carecer de pelo, dado lo chico que era, y se fue a recorrer mundo, encontrando sucesivamente a tres gigantes con curiosos oficios, que le siguieron en su camino: Arrancapinos (que desarraigaba pinos de un tirón), Batemontes (curioso caminero derribador de montañas a puñetazos para hacer caminos) y Barbancha (pontonero de un río anchísimo).

Un día de tempestad, se refugiaron en un palacio abandonado y allí prepararon la comida, pero del humo salía la fantasmal visión de un viejo que se refugiaba en un pozo y que asustó a los gigantes, pero no al “Pelao”. Bajaron primero a explorarlo los tres gigantes, que, sin llegar al fondo y muertos de miedo, pidieron ser izados. Bajó después el “Pelao” y en el fondo encontró tres puertas: llamó a la primera, de bronce, donde había una bella dama prisionera de un león, al que venció de un trancazo. Tras mandar subir a la doncella, tocó en la segunda puerta, ahora de plata, y halló a otra mujer, hechizada por una serpiente de siete cabezas que sufrió la misma suerte. Puso a buen recaudo a la mujer y llamó a la tercera, de oro, y descubrió otra dama encantada por un diablo; esta vez, el Pelao erró el trancazo y sólo obtuvo como trofeo una diabólica oreja que guardó tras izar a la dama mientras el demonio se dolía. En esto, viendo los gigantes que disponían de una joven para cada uno, traicionaron al Pelao y se las llevaron con malas intenciones.

Nuestro héroe, en el fondo del pozo, sin nadie que lo subiera, acordó con el diablo la devolución de la oreja, sin la que no podía volver al infierno, a cambio de riquezas y de una boda real (así de bien negoció) Agarrado a la otra oreja del diablo, salió del pozo y vio cumplidas las promesas casándose con una preciosa infanta y siendo nombrado jefe de las tropas reales.

Manuel Millán Gascón, más conocido como el Pelao de Ibdes, fue un famoso bandolero del siglo XVII que nació el 1 de enero de 1643 en Ibdes, noticia que sabemos dado que aparece así en los libros parroquiales de Tarazona. Además, gracias a esto conocemos que fue bautizado por el vicario Licenciado Pasamontes, siendo sus padrinos Tomás Villar y Ana Jordán (pertenecientes a familias conocidas de la comarca). Otro dato importante en relación a su nacimiento es que era costumbre nombrar al infante recién nacido con el santoral católico correspondiente y, en este caso, el día 1 de enero era San Manuel.
Sus padres eran Martín y Theresa, un matrimonio de campesinos de la localidad. Sin embargo, Manuel pronto dejó claro que lo suyo no era la agricultura, sino más bien el conseguir dinero con menos esfuerzo, aunque para ello tuviese que robar y matar.

Comenzó sus andanzas a muy temprana edad, comprometiendo a sus padres con pequeños hurtos. Es ya en 1658, contando con 15 años, cuando empieza su historial delictivo robando a sus vecinos. Es por eso que pronto el pueblo se le hizo pequeño para sus fechorías. Tras eso comenzó a asaltar caminantes entre Aragón y Castilla, por tierras de la localidad ibdense, Tarazona y Almazán, aunque después fue hacia Levante y Andalucía.

Atendiendo al romance de ciegos impreso en 1760 en Valencia (descubierto por don Alfonso Fernández), conocemos varios hechos truculentos:
El primero de los crímenes es el de dos religiosos a los que robó, desnudó y mató, hiriéndolos con armas blancas (dado que el romance versa …los robó, y estando en cueros pudo desabotonarles…; en este sentido, desabotonar, además de significar sacar los botones de los ojales y abrirse el capullo en flor, quiere significar, metafóricamente, herir con armas blancas o de fuego). Además, el propio romance afirma que …juró matar a todos, porque callen…
El segundo delito recogido por el romance es el robo a dos nobles, a quienes también desnudó y amarró a un árbol en un monte para que perecieran de sed y hambre. Uno de ellos falleció, pero el otro no, así que lo mató de un tiro, dado que seguía vivo tras siete días.

La vida de los demás, por lo que vemos, le importaba poco, tal es así que mataba sin reparo a quien fuera para quitarle lo que llevase encima. Así pues, pronto empezó a tener fama de bandido sanguinario, llegando a decirse de él que llegaba a quitar la vida a cualquiera por una simple moneda y a veces ni por eso. Por tal motivo, en su haber se contaban más de 100 crímenes.

El romancero cuenta, de manera exagerada, que …después de otros muchos robos, estupros, muertos y maldades, la Justicia le cogió… De este modo se abrió proceso y fue condenado a morir ahorcado; no obstante, esa pena se le conmutó por la de estar 10 años condenado a galeras. Sin embargo, logró escapar de la nave y continuó con lo que sabía hacer: delitos criminales.
Siguió con su vida hasta que recaló en Granada, donde casó y abrió un comercio de tejidos; pese a ello, Manuel continuó con sus robos, vendiendo luego los productos como legítimamente adquiridos. Continuó así hasta que fue detenido y encarcelado. En ese momento se fue de la lengua con sus compañeros de celda y uno de ellos le delató a las autoridades granadinas.

La noticia fue trasladada a la Audiencia Real de Aragón y su presidente, el virrey y príncipe de Cariate, ordenó que se cumpliese la Ley y que fuera ejecutado, a cuyo efecto dispuso que se le ahorcase en Daroca. Sin embargo, antes de ser ahorcado de manera oficial, fue capturado en tierras darocenses por hombres armados que solían pagar las ciudades o comunidades para su seguridad. Estos hombres lo colgaron en un árbol a las afueras de Daroca, tras lo cual se le colgó de manera oficial en el cadalso del municipio (el 16 de mayo de 1690, cuando contaba con 47 años) y, ya cadáver, fue trasladado a Zaragoza dado que estaba reclamado por la Justicia del Reino. Al mismo tiempo, fue paseado y exhibido a la gente por las calles de Zaragoza y mostrado en la picota durante varios días, hasta que, ya en putrefacción, se le dio sepultura.
Manuel Millán Gascón, como buen ibdeño, llevaba la formación religiosa que en su niñez había recibido y, antes de ser ahorcado, se arrepintió de sus crímenes, confesó y murió confortado en la fe y la esperanza.

Durante su vida se le conoció como El Pelao de Ibdes y, tras su muerte, con ese nombre se referían a él los ciegos que de plaza en plaza y de pueblo en pueblo iban contando y cantando sus andanzas y fechorías durante muchos años después. En 1760 se publicó un romance titulado “El Pelao de Aragón”, que no de Ibdes, tal vez por la difusión del personaje fuera de la tierra aragonesa.

Debajo de la iglesia está la calle de Las Torres, que conserva algunas casas-cueva, una de ellas La Cueva del Pelao

Leyenda de la Virgen de San Daniel

Según una leyenda local, el nombre de esta virgen proviene del pastor que la encontró. Cuenta la misma que estando un pastor llamado Daniel con su rebaño en los montes cercanos al pueblo, la Virgen se le apareció dejándole una imagen para que el pueblo la venerara. Tras el anuncio del descubrimiento, el pueblo la guardó en la parroquia pero la imagen desapareció volviendo a reaparecer en el lugar donde Daniel la encontró. Este suceso llevó a los ibedeños a construir una ermita en ese lugar, donde guardar la imagen y venerar a la virgen, dando a la ermita el nombre del pastor.

Las brujas de Calmarza

En Calmarza una sanadora curó a un chico que tenía indigestión. Lo tuvieron un día en ayunas. Al día siguiente la curandera se acercó a su boca y sacó del interior una culebrilla.
Calmarza junto a otras localidades aragonesas, son algunos de esos lugares donde se reunían las brujas, unos personajes generalmente representadas como hilanderas que nos vinculan con el pasado, cuando menos medieval, esas son las damas de la escoba. Las brujas y sus relatos son conocidos a lo largo de todo el territorio de la antigua Celtiberia

Las brujas, mujeres estigmatizadas socialmente, eran los chivos expiatorios de diversos problemas sociales y personales. La brujería, entendida como pacto con el diablo y participante en sus aquelarres, era el delito-excusa para juzgar y ejecutar a estas mujeres. Eran el enemigo, lo oscuro y desconocido... el otro lado

Además de volar, sus actos variaban entre arruinar las cosechas, maltratar niños o eliminarlos, encortar matrimonios, de forma que cuando el marido se acostaba la mujer se levantaba y no podían procrear. También ligaban y desligaban amores con sortilegios.

Realizaban prodigios fantásticos como convertirse en animales, especialmente gatos.