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Ruta circular de aproximadamente 6,5 km que se inicia siguiendo el GR-24.1 entre los balnearios Serón y Sicilia en un sendero en forma de escalones con barandilla de madera que asciende por el cortado rocoso hasta un primer mirador sobre el río cuya temática se centra en el bosque de ribera.
A continuación se abandona, a la izquierda, un sendero sin apenas desnivel que discurre por encima de los paseos del balneario Serón, y se toma una trocha pedregosa por suelo de caliza y ambiente estepario, en fuerte pendiente, que nos lleva en unos 10 minutos hasta el segundo de los miradores, con unas preciosas vistas de Jaraba.
Un poco más adelante se encuentra la bifurcación de caminos por el que más tarde regresaremos hacia el punto de partida. Continuaremos por la derecha, por una senda ascendente en zigzag que transcurre entre dos hileras de piedras, y en aproximadamente 20 minutos llegaremos a la cima, donde nos encontramos con unas impresionantes vistas y un panel informativo que nos ayuda a interpretar la panorámica de 360o que se extiende a nuestros pies, dominada por un paisaje raquítico, al que se aferran las sabinas negras y en el que se hunden los estrechos abiertos por el río Mesa y otros barrancos
El mirador de La Pedriza en el punto más elevado de este paraje (975 m), donde se aprecia todas las sierras más importantes del Sistema Ibérico zaragozano al norte (Moncayo, Sierra de la Virgen, Sierra de Algairén, Sierra de Pardos, etc) y los relieves más suaves de Guadalajara, al sur
El descenso, al igual que la subida, se realiza por un terreno dominado por cascajo, aunque ahora la bajada es menos pronunciada. Un amplio campo de almendros anuncia la llegada de una zona de cultivos. Después de dejar una paridera en ruinas a la izquierda, se bordean algunos bancales, se enlaza con una pista, donde aparece el desvío del GR 24.1 que enlaza con el barranco de la Hoz Seca. Sin embargo, para cerrar el itinerario circular de la Pedriza seguiremos por la pista señalizada SL-Z-42, llegando pronto a un cruce donde se continúa recto para enlazar con la vereda del Escobarejo.
Se sigue el sendero entre alargados campos de labor, y tras unos campos de almendros abandonamos la vereda por un camino a la izquierda. De nuevo, el terreno se hace más montaraz, seco y pedregoso, hasta conectar con el cruce de caminos que cierra el circuito, y que hemos señalado antes. Desde aquí se vuelve por el mismo camino hasta el punto de inicio.
Nuestra segunda etapa recorriendo el GR 24, paralelo al río Mesa en su margen derecha, enlaza Jaraba con la localidad de Ibdes, en un tramo de 7 km de distancia, muy fácil por ser bastante llano.
Iniciamos nuestra ruta junto al peirón de San Vicente y el tótem informativo a la entrada de Jaraba, donde se toma la vía asfaltada en dirección hacia Ibdes. A los pocos metros se inicia una clara y ancha senda a la derecha, por la que avanzaremos entre campos de labor atravesando La Vega de Jaraba.
Después de cruzar el río Mesa en primer lugar y la carretera de Campillo de Aragón, junto a las instalaciones de la embotelladora Lunares, se toma la pista agrícola o camino de La Serna bordeando las huertas y el escarpe de arcillas y conglomerados terciarios, terrenos de bajo matorral, por el que se avanza en paralelo con la carretera de Campillo, que se eleva unos metros por encima.
Llegando al paraje de La Serna, entre los pinos, podremos observar la chimenea de hadas o “peirón de la Serna” , llamativa formación de color rojizo de unos 40 m. de altura. También encontraremos la opción de tomar un desvío y ascender el cabezo donde se localiza el castillo de los Moros(ruta pendiente de señalizar en 2020).
Continuamos nuestra ruta por la pista agrícola, sin apenas desnivel, que sigue entre la huerta y el escarpe rocoso sin problemas de continuidad,. En el trayecto encontraremos varias oquedades en la roca y rudimentarios apriscos de piedras bajo el rojizo conglomerado, utilizados para refugio del ganado.
Seguimos avanzando junto a una chopera y después por una blanquecina pista de un polvillo limoso de tobas calcáreas, que hacen un peculiar contraste con el rojo arcilloso de los conglomerados que se dejan a la derecha, mientras el el valle del Mesa se va ensanchando.
En las inmediaciones de Ibdes se llega a un cruce del GR. A la derecha se dirige hacia Llumes y Nuévalos, pero nuestro itinerario continúa hacia la izquierda, por el camino que enlaza con la ruta del Agua de Ibdes, donde podremos visitar: Nevero, antiguo pozo de hielo de unos 3 metros de profundidad cuyo exterior es una cúpula; La Paradera, bonita cascada en el río Mesa, perteneciente antes a una “fábrica de luz”; Gruta de la Soledad, ermita construida aprovechando una cueva natural; Gruta de las Maravillas, se trata de una cueva de dos galerias formada en los depósitos calcáreos por disolución y precipitación del carbonato calcico dando lugar a estalactitas y estalagmitas.
Una variante del GR-24 enlaza las localidades de Jaraba y Calmarza a través del barranco de la Hoz Seca, es el GR-24.1. Más larga que el itinerario principal, este camino recorre toda la garganta fluvio-kárstica con sus más de 7 km de longitud.
El itinerario comienza en Jaraba, donde se toma la vía asfaltada Z-453 y se avanza delante de los balnearios Sicilia y La Virgen. A continuación se puede transitar por el sendero fluvial y junto a la fuente La Chula, donde podemos rellenar nuestra botella de agua. Tras pasar por debajo de la Peña Palomera se toma a la izquierda el desvío a la Hoz Seca.
La primera vista que el barranco nos ofrece es la inconfundible ermita rupestre de La Virgen de Jaraba sobre el paredón rocoso. Este santuario constituye un conjunto arquitectónico formado por iglesia y casa de santero. La iglesia, perfectamente restaurada, fue construida en el siglo XVIII sobre una primera capilla situada en una oquedad de la roca.
Se prosigue el recorrido adentrándonos en el desfiladero por el sendero interpretativo en el que observamos antiguos corrales ganaderos ubicados en las oquedades de las rocas, paneles informativos sobre el paisaje, la flora y la fauna del entorno y restos de viejas caleras.
A una distancia de 2 km desde el inicio del barranco encontramos un desvío a la derecha, que nos permite visitar las pinturas rupestres de Roca Benedí. siguiendo un sendero ascendente de unos 500 metros. Se trata de varias figuras adscritas estilísticamente al arte rupestre levantino, realizadas con pigmentos negros, cuya antigüedad ronda los 7000 años.
Continuamos caminado y hay varios puntos en el que el barranco se estrecha y lo que antes era una pista ancha se convierte en una senda estrecha pero muy bien marcada en la que casi se pueden tocar ambas paredes con las manos. En estos estrechamiento la vegetación es más abundante y el terreno con muchas rocas, lo que lo hace un poco más difícil de transitar.
Siguiendo por el fondo del desfiladero las paredes van perdiendo altura y se alcanza el último escarpe rocoso que tenemos que salvar con grapas metálicas sujetas a la pared en tres tramos de poca altura. Aunque parezca que va a ser difícil pasar por aquí, las clavijas se franquean sin ninguna dificultad.
Una vez superados estos resaltes salimos de la Hoz Seca que da paso a una suave pendiente que nos llevará a la pista que une Calmarza con Campillo de Aragón, por la que continuaremos en dirección a Calmarza hasta el alto de la “Paramera”
A partir de aquí una bajada por una pista pedregosa junto al barranco de los Hocinillos nos acerca a Calmarza. Cruzando el pueblo llegaremos al “Pozo Redondo” para disfrutar de la impresionante cascada que se encuentra a los pies del casco urbano.
El sendero GR-24 está catalogado como Sendero Turístico de Aragón, lo que ha dado un empujón definitivo a esta travesía senderista que recorre el entorno natural de Jaraba.
Hoy os invitamos a recorrer una ruta que siguiendo el GR-24, junto al río Mesa enlaza las localidades de Jaraba y Calmarza.
Comenzamos el recorrido en Jaraba, tomando la carretera Z-453 caminando junto a los balnearios Sicilia y La Virgen por un paseo ribereño acondicionado. Siguiendo la señalización roja y blanca del GR pasaremos al pie de la espectacular Peña Palomera, dejaremos a la izquierda el desvío al barranco de la Hoz Seca,y continuaremos por los arcenes de la vía asfaltada.
Un kilómetro más adelante, un pequeño desvío nos acerca al sector de escalada “Pared del Temple” y, a continuación, antes del túnel se inicia un sendero por al lado del río Mesa. La senda bordea el meandro que realiza el río entre el paredón rocoso y el cauce, avanzando junto al muro de piedras que ejerce de defensa del río y a la línea de chopos ribereños.
Más adelante el sendero se ampara entre el viejo parcelario y el pinar de repoblación mientras recorre la margen izquierda del río Mesa hasta alcanzar una bifurcación de senderos. En fuerte pendiente se puede ascender hasta el mirador de los Buitres por el camino de Los Tabarros.
Nuestro recorrido cruza la pasarela de madera e inicia otro tramo de 1,1 km por la carretera, que se vuelve a abandonar por un bonito sendero junto a una acequia y cascada de agua ascendente entre huertos hasta la localidad de Calmarza.
A lo largo del recorrido podemos disfrutar el cañón del río Mesa en todo su explendor, magnificas formaciones calizas de una altura de unos 100 metros, farallones rocosos donde vive una abundante colonia de aves rupícolas. El grupo más representativo y visible es el buitre leonados,aunque éstas no son las únicas aves que comparten espacio y territorio: alimoches, halcones peregrinos, búho real, águila azor perdicera, chovas, grajillas, aviones roqueros.
En el pueblo de Calmarza visitaremos el Pozo Redondo, una cascada formada por el río Mesa en las rocas sedimentarias calcáreas porosas denominadas tobas y que podemos observar desde el mirador situado frente a ella.
Las pinturas rupestres de Roca Benedí, en Jaraba, en el valle del río Mesa, fueron descubiertas por un vecino de la localidad, Serafín Benedí, en el año 2009 y de su estudio se encargaron Pilar Utrilla y Manuel Bea (Área de Prehistoria. Departamento de Ciencias de la Antigüedad. Universidad de Zaragoza). Son consideradas el yacimiento levantino más occidental conocido en Aragón con una antigüedad de unos 7.000 años.
Su patrón estilístico encaja en los tipos de arqueros que se desplazan, con paralelos temáticos en el grupo Bajo Aragón / Maestrazgo/Bajo Ebro.
Su ubicación en un cañón sinuoso subraya su carácter de marcador territorial, situándose en un anfiteatro natural tras un meandro en la confluencia con un barranco perpendicular y en la zona más visible de todo el barranco y reproduce el esquema de la zona de Valltorta (Castellón)
El cañón tenía un alto valor estratégico para pueblos cazadores que obtendrían allí fácilmente el éxito en la caza: sus altas paredes verticales, su trazado sinuoso con quiebros bruscos, los abundantes apostaderos de ojeo, sus abrigos habitables, la posibilidad de dar caza en sus 10 km de desarrollo a ungulados, o incluso de proceder a una especie de semiestabulación, todo lo cual lo convertían en un lugar con un significado especial para los grupos prehistóricos.
En suma, la espectacularidad del paisaje, unida a la existencia de aguas termales en las cercanías, convierten a este territorio de la Cordillera Ibérica en una de las zonas con mayor potencialidad en cuanto a la ocupación prehistórica se refiere, tanto desde el punto de vista de yacimientos de habitación como de estaciones con arte rupestre.
El acceso al conjunto rupestre se realiza por el Barranco de la Hoz Seca, situado a la izquierda de la carretera que une Jaraba y Calmarza, entre los puntos kilométricos 2 y 3 remontando el río Mesa. El camino se hace a pie en su mayor parte llaneando por el fondo del barranco, siguiendo el trazado del sendero GR 24.1, en un recorrido que transcurre entre altos paredones de caliza en los que se abren numerosos abrigos, algunos de grandes dimensiones, utilizados en siglos anteriores como apriscos ganaderos y hoy recuperados para usos turísticos.
A unos 2 km se debe iniciar el ascenso por la ladera Oeste del barranco, cerca de la cueva denominada “de la Tienda”, e ir ganando altura hasta alcanzar la cota de los 860 m aproximadamente. Las pinturas se localizan en un pequeño entrante rocoso en la zona baja de un farallón que se extiende del Noreste al Suroeste. Allí se obtiene un dominio absoluto sobre el terreno circundante, divisando desde las pinturas el gran meandro que describe el barranco en este punto.
DESCRIPCIÓN DE LOS MOTIVOS
El conjunto pintado está compuesto por dos ciervos que miran hacia la izquierda, dos figuras humanas que lo hacen a la derecha y unos trazos lineales, del más clásico estilo levantino y de color negro.
Se sitúa en una simple roca formada por dos lienzos en ángulo, aunque las pinturas sólo están ubicadas en el panel izquierdo. En el citado ángulo se abre una grieta hacia la que se dirigen las dos figuras humanas, tocándola las flechas del arquero que parecen estar introduciéndose ya en la misma. La repisa que sirvió de base a los pintores, un lugar que hoy resulta muy incómodo, mide 5 m de longitud 1,03 m de anchura.
El panel decorado ocupa una superficie de 1,08 m de longitud por 0,71 de anchura, comenzando las pinturas a sólo 58 cm del suelo de la repisa.
Motivo 1. Arquero
Personaje masculino marchando a la derecha que porta arco sin cuerda y flechas de ápice simple y emplumadura lanceolada en su mano izquierda. Presenta peinado piriforme, de media melena vuelta hacia adentro y un espectacular tocado de forma triangular con un penacho de seis plumas.
El cuerpo aparece bien proporcionado con un tórax de tendencia triangular en visión frontal, perspectiva que pasa a lateral en las piernas, en especial en las bien modeladas pantorrillas, con una muy cuidada representación de los pies. A la altura de la rodilla se observan cintas que parecen ajustar bien un posible pantalón bombacho, bien unas polainas. El brazo derecho, en visión lateral correcta, aparece doblado en una postura típica del arte levantino, mientras en su izquierdo, de nuevo en visión frontal, se atisba por encima del codo un engrosamiento que podría corresponder a un brazalete.
Dimensiones: 30 cm de longitud máxima desde la cabeza al pie izquierdo y 18,7 cm de longitud máxima del arco. Su muslo derecho mide 2,8 cm de anchura máxima, mientras que el izquierdo alcanza los 2,3 cm.
Motivo 2. Mujer con niño
A 11 cm a la izquierda del motivo 1, aparece una figura femenina en negro mirando a la derecha e inclinada hacia delante. Muy mal conservada, parece llevar falda de picos hasta la pantorrilla o bien pantalones anchos que dan paso a unas pantorrillas gruesas y a unos pies anchos.
La parte correspondiente al tronco y cabeza apenas es visible pero la zona conservada permite apreciar la inclinación de la espalda y la existencia, en perspectiva lateral, de un tronco grueso en tórax y abdomen, grosor que no es habitual en representaciones femeninas de este estilo.
En la parte superior del motivo aparece la figura de un niño, quizás tocado con un gorrito, que cabalga a la espalda de la mujer, irreconocible como tal por la ausencia de pintura conservada en la zona de los pechos.
Dimensiones: La figura completa mide 22,7 cm de longitud máxima, desde la cabeza del supuesto niño hasta el pie izquierdo de la madre, alcanzando los 13,5 cm desde el glúteo hasta el pie izquierdo.
Motivo 3. Ciervo
Se trata de un ciervo mirando a la izquierda que se halla ubicado a 14 cm a la izquierda de la mujer, dándose la espalda entre sí.
Se halla muy mal conservado, pero se identifica como ciervo por la presencia de restos de candiles transversales a las astas principales, la existencia del papo característico en el cuello y la similitud global al ciervo que representa el motivo n.º 4.
Dimensiones: desde el extremo superior del cuerno derecho hasta el extremo inferior del pecho el cuadrúpedo mide 17,6 cm, teniendo 3,8 cm de anchura máxima en el cuello.
Motivo 4. Ciervo
Se trata de un ciervo de espléndida cornamenta y actitud estática mirando a la izquierda. Sus patas traseras parecen descansar sobre un reborde natural de la pared, limitando con sus cuernos otro situado en la parte superior, por lo que la figura queda bien enmarcada en el espacio disponible.
Un trazo fino en negro perfila la silueta del animal rellenada a su vez en tinta plana. Presenta un desconchado en el arranque de sus patas delanteras y en la zona del cuello, pero su conservación y visibilidad puede calificarse de buena para lo que es habitual en el arte levantino.
Dimensiones: La figura completa alcanza los 24 cm de longitud máxima.
Motivo 5. Trazos lineales
La mujer del motivo n.º 2 podría estar vinculada a un largo trazo vertical, de 20,5 cm de longitud, precedido de uno horizontal más corto de 3 cm, que pudo estar unido a sus brazos. Un tercer trazo lineal de tendencia horizontal se localiza a la derecha del extremo final del trazo vertical, alcanzando los 5,4 cm . La unión de estos dos últimos trazos no es visible por los des-conchados del soporte pero la dirección en la que parece curvarse la barra vertical lleva a que propongamos que los dos fragmentos pertenezcan a una misma vara, curvada en su extremo.