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Una variante del GR-24 enlaza las localidades de Jaraba y Calmarza a través del barranco de la Hoz Seca, es el GR-24.1. Más larga que el itinerario principal, este camino recorre toda la garganta fluvio-kárstica con sus más de 7 km de longitud.

El itinerario comienza en Jaraba, donde se toma la vía asfaltada Z-453 y se avanza delante de los balnearios Sicilia y La Virgen. A continuación se puede transitar por el sendero fluvial y junto a la fuente La Chula, donde podemos rellenar nuestra botella de agua. Tras pasar por debajo de la Peña Palomera se toma a la izquierda el desvío a la Hoz Seca.
La primera vista que el barranco nos ofrece es la inconfundible ermita rupestre de La Virgen de Jaraba sobre el paredón rocoso. Este santuario constituye un conjunto arquitectónico formado por iglesia y casa de santero. La iglesia, perfectamente restaurada, fue construida en el siglo XVIII sobre una primera capilla situada en una oquedad de la roca.
Se prosigue el recorrido adentrándonos en el desfiladero por el sendero interpretativo en el que observamos antiguos corrales ganaderos ubicados en las oquedades de las rocas, paneles informativos sobre el paisaje, la flora y la fauna del entorno y restos de viejas caleras.
A una distancia de 2 km desde el inicio del barranco encontramos un desvío a la derecha, que nos permite visitar las pinturas rupestres de Roca Benedí. siguiendo un sendero ascendente de unos 500 metros. Se trata de varias figuras adscritas estilísticamente al arte rupestre levantino, realizadas con pigmentos negros, cuya antigüedad ronda los 7000 años.
Continuamos caminado y hay varios puntos en el que el barranco se estrecha y lo que antes era una pista ancha se convierte en una senda estrecha pero muy bien marcada en la que casi se pueden tocar ambas paredes con las manos. En estos estrechamiento la vegetación es más abundante y el terreno con muchas rocas, lo que lo hace un poco más difícil de transitar.

Siguiendo por el fondo del desfiladero las paredes van perdiendo altura y se alcanza el último escarpe rocoso que tenemos que salvar con grapas metálicas sujetas a la pared en tres tramos de poca altura. Aunque parezca que va a ser difícil pasar por aquí, las clavijas se franquean sin ninguna dificultad.

Una vez superados estos resaltes salimos de la Hoz Seca que da paso a una suave pendiente que nos llevará a la pista que une Calmarza con Campillo de Aragón, por la que continuaremos en dirección a Calmarza hasta el alto de la “Paramera”

A partir de aquí una bajada por una pista pedregosa junto al barranco de los Hocinillos nos acerca a Calmarza. Cruzando el pueblo llegaremos al “Pozo Redondo” para disfrutar de la impresionante cascada que se encuentra a los pies del casco urbano.

El sendero GR-24 está catalogado como Sendero Turístico de Aragón, lo que ha dado un empujón definitivo a esta travesía senderista que recorre el entorno natural de Jaraba.
Hoy os invitamos a recorrer una ruta que siguiendo el GR-24, junto al río Mesa enlaza las localidades de Jaraba y Calmarza.
Comenzamos el recorrido en Jaraba, tomando la carretera Z-453 caminando junto a los balnearios Sicilia y La Virgen por un paseo ribereño acondicionado. Siguiendo la señalización roja y blanca del GR pasaremos al pie de la espectacular Peña Palomera, dejaremos a la izquierda el desvío al barranco de la Hoz Seca,y continuaremos por los arcenes de la vía asfaltada.
Un kilómetro más adelante, un pequeño desvío nos acerca al sector de escalada “Pared del Temple” y, a continuación, antes del túnel se inicia un sendero por al lado del río Mesa. La senda bordea el meandro que realiza el río entre el paredón rocoso y el cauce, avanzando junto al muro de piedras que ejerce de defensa del río y a la línea de chopos ribereños.
Más adelante el sendero se ampara entre el viejo parcelario y el pinar de repoblación mientras recorre la margen izquierda del río Mesa hasta alcanzar una bifurcación de senderos. En fuerte pendiente se puede ascender hasta el mirador de los Buitres por el camino de Los Tabarros.
Nuestro recorrido cruza la pasarela de madera e inicia otro tramo de 1,1 km por la carretera, que se vuelve a abandonar por un bonito sendero junto a una acequia y cascada de agua ascendente entre huertos hasta la localidad de Calmarza.
A lo largo del recorrido podemos disfrutar el cañón del río Mesa en todo su explendor, magnificas formaciones calizas de una altura de unos 100 metros, farallones rocosos donde vive una abundante colonia de aves rupícolas. El grupo más representativo y visible es el buitre leonados,aunque éstas no son las únicas aves que comparten espacio y territorio: alimoches, halcones peregrinos, búho real, águila azor perdicera, chovas, grajillas, aviones roqueros.

En el pueblo de Calmarza visitaremos el Pozo Redondo, una cascada formada por el río Mesa en las rocas sedimentarias calcáreas porosas denominadas tobas y que podemos observar desde el mirador situado frente a ella.
Las pinturas rupestres de Roca Benedí, en Jaraba, en el valle del río Mesa, fueron descubiertas por un vecino de la localidad, Serafín Benedí, en el año 2009 y de su estudio se encargaron Pilar Utrilla y Manuel Bea (Área de Prehistoria. Departamento de Ciencias de la Antigüedad. Universidad de Zaragoza). Son consideradas el yacimiento levantino más occidental conocido en Aragón con una antigüedad de unos 7.000 años.
Su patrón estilístico encaja en los tipos de arqueros que se desplazan, con paralelos temáticos en el grupo Bajo Aragón / Maestrazgo/Bajo Ebro.
Su ubicación en un cañón sinuoso subraya su carácter de marcador territorial, situándose en un anfiteatro natural tras un meandro en la confluencia con un barranco perpendicular y en la zona más visible de todo el barranco y reproduce el esquema de la zona de Valltorta (Castellón)
El cañón tenía un alto valor estratégico para pueblos cazadores que obtendrían allí fácilmente el éxito en la caza: sus altas paredes verticales, su trazado sinuoso con quiebros bruscos, los abundantes apostaderos de ojeo, sus abrigos habitables, la posibilidad de dar caza en sus 10 km de desarrollo a ungulados, o incluso de proceder a una especie de semiestabulación, todo lo cual lo convertían en un lugar con un significado especial para los grupos prehistóricos.
En suma, la espectacularidad del paisaje, unida a la existencia de aguas termales en las cercanías, convierten a este territorio de la Cordillera Ibérica en una de las zonas con mayor potencialidad en cuanto a la ocupación prehistórica se refiere, tanto desde el punto de vista de yacimientos de habitación como de estaciones con arte rupestre.
El acceso al conjunto rupestre se realiza por el Barranco de la Hoz Seca, situado a la izquierda de la carretera que une Jaraba y Calmarza, entre los puntos kilométricos 2 y 3 remontando el río Mesa. El camino se hace a pie en su mayor parte llaneando por el fondo del barranco, siguiendo el trazado del sendero GR 24.1, en un recorrido que transcurre entre altos paredones de caliza en los que se abren numerosos abrigos, algunos de grandes dimensiones, utilizados en siglos anteriores como apriscos ganaderos y hoy recuperados para usos turísticos.
A unos 2 km se debe iniciar el ascenso por la ladera Oeste del barranco, cerca de la cueva denominada “de la Tienda”, e ir ganando altura hasta alcanzar la cota de los 860 m aproximadamente. Las pinturas se localizan en un pequeño entrante rocoso en la zona baja de un farallón que se extiende del Noreste al Suroeste. Allí se obtiene un dominio absoluto sobre el terreno circundante, divisando desde las pinturas el gran meandro que describe el barranco en este punto.

DESCRIPCIÓN DE LOS MOTIVOS
El conjunto pintado está compuesto por dos ciervos que miran hacia la izquierda, dos figuras humanas que lo hacen a la derecha y unos trazos lineales, del más clásico estilo levantino y de color negro.
Se sitúa en una simple roca formada por dos lienzos en ángulo, aunque las pinturas sólo están ubicadas en el panel izquierdo. En el citado ángulo se abre una grieta hacia la que se dirigen las dos figuras humanas, tocándola las flechas del arquero que parecen estar introduciéndose ya en la misma. La repisa que sirvió de base a los pintores, un lugar que hoy resulta muy incómodo, mide 5 m de longitud 1,03 m de anchura.
El panel decorado ocupa una superficie de 1,08 m de longitud por 0,71 de anchura, comenzando las pinturas a sólo 58 cm del suelo de la repisa.
Motivo 1. Arquero
Personaje masculino marchando a la derecha que porta arco sin cuerda y flechas de ápice simple y emplumadura lanceolada en su mano izquierda. Presenta peinado piriforme, de media melena vuelta hacia adentro y un espectacular tocado de forma triangular con un penacho de seis plumas.
El cuerpo aparece bien proporcionado con un tórax de tendencia triangular en visión frontal, perspectiva que pasa a lateral en las piernas, en especial en las bien modeladas pantorrillas, con una muy cuidada representación de los pies. A la altura de la rodilla se observan cintas que parecen ajustar bien un posible pantalón bombacho, bien unas polainas. El brazo derecho, en visión lateral correcta, aparece doblado en una postura típica del arte levantino, mientras en su izquierdo, de nuevo en visión frontal, se atisba por encima del codo un engrosamiento que podría corresponder a un brazalete.
Dimensiones: 30 cm de longitud máxima desde la cabeza al pie izquierdo y 18,7 cm de longitud máxima del arco. Su muslo derecho mide 2,8 cm de anchura máxima, mientras que el izquierdo alcanza los 2,3 cm.

Motivo 2. Mujer con niño
A 11 cm a la izquierda del motivo 1, aparece una figura femenina en negro mirando a la derecha e inclinada hacia delante. Muy mal conservada, parece llevar falda de picos hasta la pantorrilla o bien pantalones anchos que dan paso a unas pantorrillas gruesas y a unos pies anchos.
La parte correspondiente al tronco y cabeza apenas es visible pero la zona conservada permite apreciar la inclinación de la espalda y la existencia, en perspectiva lateral, de un tronco grueso en tórax y abdomen, grosor que no es habitual en representaciones femeninas de este estilo.
En la parte superior del motivo aparece la figura de un niño, quizás tocado con un gorrito, que cabalga a la espalda de la mujer, irreconocible como tal por la ausencia de pintura conservada en la zona de los pechos.
Dimensiones: La figura completa mide 22,7 cm de longitud máxima, desde la cabeza del supuesto niño hasta el pie izquierdo de la madre, alcanzando los 13,5 cm desde el glúteo hasta el pie izquierdo.

Motivo 3. Ciervo
Se trata de un ciervo mirando a la izquierda que se halla ubicado a 14 cm a la izquierda de la mujer, dándose la espalda entre sí.
Se halla muy mal conservado, pero se identifica como ciervo por la presencia de restos de candiles transversales a las astas principales, la existencia del papo característico en el cuello y la similitud global al ciervo que representa el motivo n.º 4.
Dimensiones: desde el extremo superior del cuerno derecho hasta el extremo inferior del pecho el cuadrúpedo mide 17,6 cm, teniendo 3,8 cm de anchura máxima en el cuello.

Motivo 4. Ciervo
Se trata de un ciervo de espléndida cornamenta y actitud estática mirando a la izquierda. Sus patas traseras parecen descansar sobre un reborde natural de la pared, limitando con sus cuernos otro situado en la parte superior, por lo que la figura queda bien enmarcada en el espacio disponible.
Un trazo fino en negro perfila la silueta del animal rellenada a su vez en tinta plana. Presenta un desconchado en el arranque de sus patas delanteras y en la zona del cuello, pero su conservación y visibilidad puede calificarse de buena para lo que es habitual en el arte levantino.
Dimensiones: La figura completa alcanza los 24 cm de longitud máxima.

Motivo 5. Trazos lineales
La mujer del motivo n.º 2 podría estar vinculada a un largo trazo vertical, de 20,5 cm de longitud, precedido de uno horizontal más corto de 3 cm, que pudo estar unido a sus brazos. Un tercer trazo lineal de tendencia horizontal se localiza a la derecha del extremo final del trazo vertical, alcanzando los 5,4 cm . La unión de estos dos últimos trazos no es visible por los des-conchados del soporte pero la dirección en la que parece curvarse la barra vertical lleva a que propongamos que los dos fragmentos pertenezcan a una misma vara, curvada en su extremo.


Es una excursión ideal para realizar en familia, complementándola con el sendero SL-Z 43 hacia el mirador del Mesa, con magníficas vistas del cañón del río y de la ermita de Ntra. Sra. de Jaraba.
Jaraba está ubicada en el sistema ibérico Central correspondiente a la provincia de Zaragoza. Desde el punto de vista geológico, se encuentra en la rama occidental de la Cordillera Ibérica, también denominada Rama Castellana, entre la depresión de Calatayud al nordeste y la depresión de Almazán al suroeste, estando su relieve conformado en zonas diferentes.

Al norte y oeste de Jaraba, donde el valle del Mesa se ensancha y se prolonga hacia el embalse de la Tranquera, se encuentra una zona constituida por sedimentos terciarios, conglomerados grises y anaranjados con cantos calcáreos y silíceos en una matriz arcillosa, formando bancos de hasta 5 m de espesor.
Estos depósitos se originaron por la acumulación de los detritos producidos durante la erosión de los materiales del Paleozoico y Mesozoico situados al sur. Sobre la anterior unidad aparecen calizas y margocalizas, con un espesor de unos 10 m, también de origen lacustre del Mioceno, unos 26 millones de años. Estas zonas han sido modeladas fuertemente por la acción de los agentes erosivos.

Los terrenos más antiguos correspondientes al Cretácico superior, situados en la parte sur del municipio, hacia Calmarza están formados por estratos de limos, arcillas, margas, areniscas calcáreas y calizas arenosas, con un espesor de unos 40 m que se depositaron en una llanura de mareas en la que había aportes terrígenos y marinos. La edad de esta formación, que contiene algunos fósiles de ostreidos (ostras) y gasterópodos (caracoles) marinos, se data hace unos 95 millones de años.
Sobre la anterior, de forma discordante aparecen depositadas calizas y dolomías nodulosas de unos 30 m de espesor en las que aparecen gran cantidad de fósiles de hace unos 90 millones de años.
En la parte inferior de la ladera de las montañas próximas al pueblo de Jaraba, donde están situados los balneario de Sicilia y Serón, se encuentra la formación más extensa, formada por calizas bioclásticas, denominadas de Jaraba, situadas en amplias franjas de este a oeste del río Mesa. En esta zona abundan la dolomías con un espesor de unos 50 m pertenecientes a depósitos marinos costeros.
Las cumbres de las montañas de esta área están formadas por calizas dolomíticas, con un espesor de unos 60 m, también depositadas en un ambiente marino sometido a las mareas, y aunque no se encuentran en ella fósiles se las considera por su posición estratigráfica de una edad de 85 millones de años.
Tanto los primeros estratos geológicos de edad terciaria como los sucesivos de época mesozoica aparecen dispuestos y organizados horizontalmente, sedimentados uno encima de otro por orden cronológico, sin apenas inclinación.
Recorriendo de sur a norte el cauce del río Mesa se encuentra una larga falla, cuya compresión afectó a esta zona, dando lugar al anticlinal, cuyo eje pasa por el balneario de La Virgen, y al sinclinal que existe entre este pliegue y la zona de los balnearios de Sicilia y Serón.

El gran pliegue anticlinal nos permite ver en su parte central, a la altura del balneario de La Virgen, la serie completa de la formación. Los estratos verticales aparecen en este sector cortados por la carretera asfaltada y es fácil observar los diferentes estratos calcáreos en resalte (más resistentes) alternando con otros más deleznables (arenas y arcillas), más erosionados.
Los manantiales de aguas minero-medicinales que se pueden encontrar en Jaraba deben su origen a este gran pliegue anticlinal, que es el responsable de que afloren con gran “rapidez” las aguas desde las profundidades del subsuelo. En su discurrir por el interior de la Tierra, el acuífero en profundidad choca con la capa impermeable que forma el pliegue anticlinal, que no le deja circular y busca una salida natural al exterior ascendiendo repentinamente en forma de manantiales y a una temperatura más o menos elevada.

El entorno geomorfológico que presenta el valle del Mesa está caracterizado por un paisaje formado por potentes estratos de roca caliza mesozoicas que han sido modeladas por la acción erosiva del río Mesa, y su red de barrancos afluentes, ayudados por el agua subterránea que creó pequeñas galerías que más tarde colapsaron, dando lugar a los meandros y desfiladeros del Mesa.
También, la naturaleza calcárea de los terrenos que atraviesan estas aguas hace que éstas contengan gran cantidad de carbonato cálcico en disolución, que da lugar, por oxigenación y pérdida de dióxido de carbono, a la formación en manantiales o cascadas, de unas rocas sedimentarias calcáreas muy porosas denominadas tobas, formas de fácil observación en las proximidades de Jaraba, como la cascada del Pozo Redondo en Calmarza o Grutas de las Maravillas y de la Soledad en Ibdes

HOCES DEL RIO MESA
La excavación cuaternaria en el valle del río Mesa ha creado un paisaje kárstico dominado por profundos y espectaculares cañones en ocasiones con desniveles superiores a 100 m, oquedades y cuevas.
Las Hoces del río Mesa fue el primer espacio de la comunidad aragonesa declarado “Espacio de Interés Turístico de Aragón” (EITA-1), en el año 2006 (BOA 02/08/2006) debido “ a su extraordinaria singularidad y valor, potencian el atractivo turístico de los municipios de Jaraba y Calmarza, incrementando su capacidad de atracción de visitantes por el interés natural que poseen”.
Además es zona protegida por Red Natura 2000 en Aragón, bajo las figuras ZEPA (zona especial proteccion de aves) y LIC (lugar de interés comunitario), para garantizar una adecuada conservación de la biodiversidad de la zona.
Flora: En el fondo del valle aparecen depósitos aluviales poco desarrollados aprovechados para el asentamiento de franjas laterales con bosques galería en los que predominan álamos blancos (Populus alba), chopos (Populus nigra) y sauces (Salix alba).
En las sierras laterales predomina un mosaico de matorrales en diferentes grados de madurez y cubrimiento, destacando las formaciones de sabinas (Juniperus phoenicea) y romero (Rosmarinus officinalis). El pastoreo ha sido una actividad destacada siendo importante en todo el sector y condicionando la progresión del matorral.
Las repoblaciones forestales de pino carrasco (Pinus halepensis) poco integradas en el medio pueblan amplios sectores de la parte noroccidental.
Fauna: Desde el punto de vista ornitológico, se trata de una zona de gran interés ya que alberga una importante colonia de Buitre Leonado (Gyps fulvus) que tiene continuidad con el tramo superior del río, ya en Guadalajara.
También hay presencia de Águila Real (Aquila chrysaetos), Alimoche (Neophron percnopterus), Halcón Peregrino (Falco peregrinus) y Buho Real (Bubo bubo).
Igualmente son de interés las poblaciones de Collalba negra (Oenanthe leucura), Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), y abundantes Curruca rabilarga (Sylvia undata) y Cogujada montesina (Galerida theklae).
Además de aves es fácil el avistamiento de otros animales como corzos o cabras montesas y las aguas puras y limpias del río Mesa tienen una abundante fauna piscícola con tramos libres de pesca. Las características del agua debidas a los aportes realizados por los manantiales hacen que resulten además el hábitat ideal para el desarrollo de un molusco endémico de Jaraba, denominado Melanopsis praemorsa, especialmente protegido.
Este entorno natural y sus desfiladeros encajados con paredones rocosos nos permite contemplar las manifestaciones naturales y culturales de este sector de la Ibérica, donde el hombre ha sabido adaptarse desde la antigüedad hasta nuestros días. Encontramos dos grandes hoces: el cañón del río Mesa y el Barranco de la Hoz Seca:
El Cañón del Río Mesa
El río Mesa que nace en la provincia de Guadalajara, recorre un cañón de unos 6 kilómetros, que une Calmarza y Jaraba. Junto al río discurre una variante del GR 24, sendero que atraviesa el cañón y que se ha recuperado en algunas partes, sobre el antiguo camino que antaño unía los dos municipios.
El Barranco de la Hoz Seca
Junto al río Mesa, en su margen derecha se encuentra el barranco de la Hoz-seca, de aproximadamente 10 km de longitud, formado por altos murallones de roca de gran belleza y riqueza paisajística. Se ha creado un sendero interpretativo de unos tres kilómetros de recorrido por el barranco, en el que podemos comtemplar el Santuario de Ntra Señora de Jaraba, podemos observar varias parideras construidas antiguamente en los abrigos de las rocas para el uso ganadero así como antiguas caleras. También encontramos en este recorrido las pinturas rupestres de Roca Benedí de Jaraba.
Las características geológicas de la zona la hacen apta para la practica de actividades deportivas como la escalada, con varias zonas adaptadas, cicloturismo o senderismo.

