Junto al manantial de San Luis se toma un sendero en ascenso que nos deja a los pies de la “cueva del Monte”.

Dicha cavidad se encuentra cerrada por sus dos bocas de entrada mediante un tapial que servía de vivienda en otra época. Una pequeña senda en zigzag nos deja sobre la segunda boca de entrada de 10 metros de profundidad y cinco metros de anchura.

El interior está formado por una gran sala de 17 metros de largo por 13 metros de ancho aproximadamente.

Actualmente, la cavidad se encuentra llena de escombros y otros restos, posiblemente del edificio hidrotermal antiguo.