Los peirones son pilares construidos en piedra o ladrillo que señalan, a la salida de un gran parte de los pueblos de Aragón el inicio o la confluencia de caminos. Suelen terminar en su parte superior con una hornacina decorada con la imagen de un santo o Virgen y una cruz.

Antiguamente eran de “palo” con unas piedras amontonadas al pie, y las gentes los veneraban como altares a los dioses del lugar. La palabra aragonesa peirón es en castellano Humilladero o cruz de término.

Varios son los peirones que podemos encontrar en Jaraba: 

Peirón de San Antón, situado en la Plaza Mayor, antiguamente señalaba el camino hacia Campillo de Aragón. Construido en estilo mudéjar a base de ladrillo profusamente decorado, está formado por tres pisos perfectamente definidos, que van disminuyendo progresivamente en grosor. En la parte baja tiene una fuente incrustada de cuatro caños, adornados con pájaros de bronce. El agua procede del manantial de San Roque, y mana fría debido a la conducción subterránea que la trae desde él.

Peirón de San Vicente, situado en la entrada al pueblo, señala el camino que conduce a Ibdes, y con las obras mas modernas de la plaza ha quedado sin basa ni grada.

Peirón de Santa Águeda, situado en la carretera hacia Calmarza, es de nueva construcción siguiendo el modelo original que fue derruido al construir la carretera existente.